Hasta otra, Vázquez.

Publicado: 28 septiembre, 2010 en Artículos, Literatura, Post Libres
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Antes de ayer acudí al cine a ver la película de Óscar Aibar «EL Gran Vázquez», uno de los estrenos que más tiempo llevaba esperando del último año.

Para aquellos que no les suene, Manuel Vázquez (Madrid, 1930 – Barcelona, 1995), fue uno de los grandes historietistas de este país, que gestó su éxito en la ya desaparecida editorial Brugera, la cuál acogió entre sus muros a otros genios como Francisco Ibáñez o José Escobar. Creador de algunos personajes míticos del panorama comiquero patrio como Anacleto, las hermanas Gilda o La familia cebolleta, destacó, no obstante, por su genial y caótico estilo de vida: un calavera de los de antes.

Mujeriego, fumador, buen bebedor y amante de la buena vida en definitiva, Vázquez hizo del sableo al prójimo y el choteo a cualquier norma moral o de la época un estilo de vida, y es que el autor, como bien muestra el film, afirmaba que «quitarle la pasta a los que la tienen es un deber moral». Pocas personas en el mundo podían presumir de tener tantos amigos debiéndoles tanto dinero al mismo tiempo. Según aquellos que le conocieron, entendía la vida como un conjunto ininterrumpido de placeres al alcance de la mano, en la que poco importaba la necesidad de dinero para disfrutarlos. Sin más meta que gozar del presente, consiguió mantener esa extraña coherencia hasta el fin de sus días, lo que le reportó no pocos sufrimientos, llevándole a conocer la cárcel en varias ocasiones y sufrir las consecuencias de sus locos actos a lo largo de los años. No obstante, hasta esos momentos los convirtió en divertidas anécdotas para jolgorio del público.

Lamentablemente la película no llegó a gustarme del todo. Respeta el estilo de vida del dibujante y no puede negarse que si había un actor en España apto para el papel éste era Santiago Segura, pero el resultado no acaba de cuajar. Las locuras de Vázquez son de las que te ponen una sonrisa en la cara cuando las escuchas o lees en la barra de un bar con una cerveza y una tapa de bravas delante, pero con el cubilete de palomitas en el cine pierden fuerza.

No obstante creo que es una propuesta muy original, ya que no ha habido (creo) ninguna película en la historia que se haya arriesgado a poner en este formato la vida de un autor de tebeos. Y es que, aunque esos personajes han marcado para toda la vida a generaciones y generaciones de españoles, los autores que viven detrás y de cuyas cabezas surgieron, no son más que firmas a pie de página para muchos, desconocedores por otra parte, de la historia y el contexto en el que éstos surgieron.

Pese al resultado, espero que la película salga rentable. Por el esfuerzo. Mientras, los fans de esos comics esperaremos pacientemente a la siguiente propuesta. Y ¿quién sabe?, puedo que dentro de unos años, cuando Ibáñez, Jan  o Sergio Aragonés estén muertos, otro director se lance al ruedo y esta vez, sí, podamos disfrutar de una película a la altura de sus aportaciones.

Chau.

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